Es muy común escuchar sobre aumentarse los senos, porque muchas mujeres quieren tener pechos más grandes que como las dotó la naturaleza. Sin embargo, está la situación opuesta, que es tener un exceso de pecho, que ocasiona diversos problemas y molestias. Desde afectar la autoestima hasta afectaciones a la salud. Por tanto, la cirugía de senos no es solo un tema estético, sino que debe dársele total atención por parte del médico a cargo, y es lo que veremos a continuación: cuándo considerar una reducción mamaria.

Razones por las cuales es necesario realizar una reducción mamaria

Muchas mujeres sufren de dolor de espalda, además de dolencias en el cuello, como consecuencia de tener demasiado volumen en los senos. Debido a su posición anatómica, proyectan el tronco hacia adelante, haciendo que la espalda tenga una distribución inadecuada del peso y, en consecuencia, deriva en dolor. Por tanto, las alteraciones en la postura también se dan, sobre todo, cuando se trata de ocultar el tamaño del pecho, porque el peso ahí sigue.

Pero no son los únicos problemas que ameriten una reducción mamaria. También pueden presentarse problemas dermatológicos por el roce de la piel entre los pliegues de la mama con la piel del vientre. Además, practicar ciertos deportes puede ser difícil o cansado, incluso utilizando un sujetador deportivo. Y está el tema de la autoestima, porque contrario a lo que algunos creen, no a todas las mujeres les sienta bien tener pechos demasiado voluminosos, llegando incluso a deprimirse y a hacer todo lo posible para tratar de ocultar su tamaño.

¿Cuál es la mejor edad para llevar a cabo la reducción de pecho?

Los pechos se desarrollan a diferentes ritmos según la etnia, la genética, las hormonas y otros factores. Hay adolescentes que desean reducir el tamaño de sus pechos y se preguntan cuándo podrán hacerlo. La edad recomendada para la reducción de mama es, como mínimo, a partir de los 17 años, a menos que el cirujano indique otra cosa de acuerdo con su situación en particular.

Fuera de estas edades tempranas, mujeres adultas y mayores también podrán solicitar una reducción de pecho. Ya sea porque nunca les gustó o se sintieron cómodas con su tamaño, por las razones anteriormente descritas, o porque los pechos no estaban proporcionados a su figura. Pero también en casos en que, además de grandes, estén ya caídos y requieran de una reducción especial. Además, es más difícil encontrar lencería adecuada , además de experimentar una falta de confianza o no sentirse bien con su figura.

Ventajas de la reducción de mama

Aumento de la autoestima. Tener limitaciones al realizar deportes, al elegir ropa adecuada y a la imagen que proyecta el espejo, puede afectar mucho a una persona con pecho grande. Con la reducción mamaria todo esto cambia, y la persona disfruta más de su imagen, de su vida y de sus actividades, como el ejercicio físico.

Desaparición de molestias. El dolor de espalda, de cuello, desaparecen, además de que la reducción de senos hace que ya no haya más irritación de piel. Incluso se aliviará enormemente el problema que había con la circulación linfática.

Eliges el tipo de pecho que siempre deseaste. Con la mamoplastia de reducción puedes tener el tamaño y la forma que elijas, porque se elimina el exceso de grasa y de glándula mamaria, así como el exceso de piel. Claro, se pierde un poco de peso. Además, es posible tener la forma de la areola que se desea, reduciendo su tamaño.

Reducción de pecho en hombres. Por supuesto, la mamoplastia de reducción no es exclusiva de las mujeres, ya que los hombres pueden padecer un aumento de pecho indeseado debido a problemas tiroideos o renales, testiculares, etc. En estos casos se llama ginecomastia y se realiza en hombres de más de 35 años. Y claro, las ventajas en cuanto aspecto y autoestima, son enormes.

¿Quedan cicatrices con la reducción de pecho?

Una cirugía implica algún tipo de cicatriz, y la reducción de mama no es la excepción. Sin embargo, las técnicas modernas prácticamente no dejan cicatrices, ya que se realiza alrededor de la areola hacia abajo, y otra que sigue el borde inferior del pliegue del pecho. Aunque al inicio las cicatrices serán rojizas durante unos meses, terminarán por aclararse y a ser cada vez menos visibles.

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