Si bien en un principio la ecografía se utilizaba principalmente en los ámbitos internista y ginecológico, hoy en día es un examen rutinario fundamental que se utiliza con frecuencia en el campo del diagnóstico (internista, quirúrgico, ginecológico, endocrinológico, urológico, obstétrico y ortopédico).

La ecografía para diagnóstico es un método que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para producir imágenes de las estructuras internas del cuerpo. Las imágenes pueden proporcionar información valiosa para el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades y afecciones.

 

Utilidad de la ecografía en el diagnóstico

A menudo, la ecografía para diagnóstico no sólo se utiliza para evaluar una situación clínica con un informe de examen, sino que también se emplea ampliamente para realizar diagnósticos durante otros procedimientos diagnósticos o terapéuticos. El diagnóstico ecográfico es un gran apoyo clínico para el médico, una forma de realizar una evaluación rápida del problema del paciente.

Las ondas son emitidas por la sonda de ultrasonidos, que las transmite a través de la piel hasta los tejidos subyacentes y detecta la señal de retorno, denominada eco. El ordenador al que está conectado recibe y procesa las señales que recibe de la sonda para generar imágenes bidimensionales o tridimensionales, según la tecnología utilizada, de tejidos y órganos, que se visualizan en un monitor.

Los ultrasonidos en la ecografía para diagnóstico pueden difundirse en los materiales, incluidos los biológicos. La forma en que lo hacen es muy similar a lo que ocurre cuando lanzamos una piedra en un líquido, creando centros concéntricos que se ensanchan a medida que se alejan de la fuente. La velocidad a la que se propagan los ultrasonidos depende de la densidad del material que atraviesan: en el aire se propagan lentamente, mientras que en un cuerpo denso ocurre exactamente lo contrario. Los ultrasonidos viajan a través del cuerpo humano a una velocidad media de 1.540 metros por segundo, con una velocidad inicial más rápida que disminuye gradualmente. Este cambio de velocidad depende también del tejido corporal atravesado, que será por tanto diferente según sea más o menos denso.

Con la ecografía para diagnóstico es posible distinguir claramente la forma y el tamaño de cada estructura del cuerpo de una persona. Se pueden ver perfectamente el corazón, los riñones, el hígado y los vasos sanguíneos, entre otros. También se realiza en pacientes embarazadas.

 

Qué es la ecografía para diagnóstico

La ecografía para diagnóstico es un método no invasivo que utiliza ultrasonidos (ondas sonoras) emitidos por sondas especiales colocadas sobre la piel del paciente para visualizar órganos, glándulas, casos sanguíneos, estructuras subcutáneas e incluso estructuras musculares y tendinosas de numerosas partes del cuerpo.

Durante la ecografía, la zona a examinar se humedece con un gel especial no tóxico, que permite una mejor transmisión de los ultrasonidos a través del cuerpo humano.

La ecografía para diagnóstico es una técnica por imagen sencilla, que utilizan muchos especialistas que recurren al médico ecografista para un examen más profundo con fines diagnósticos. De hecho, el campo de aplicación de los ultrasonidos es muy amplio. Veamos, pues, cómo se realiza y para qué se utiliza este examen.

 

La importancia de la ecografía en el diagnóstico

La ecografía es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza los ultrasonidos para obtener una imagen precisa de los órganos que se investigan. Mediante una sonda que emite ultrasonidos, el ecografista puede «ver» el interior del cuerpo humano. Actualmente está demostrado que los ultrasonidos son absolutamente inocuos para el organismo, por lo que no existen limitaciones ni contraindicaciones para someterse a este tipo de exploración. La ecografía para diagnóstico no puede mostrar el hueso ni el aire (es decir, los pulmones). Todo lo demás es claramente observable: la ecografía muestra todo lo que es parénquima (hígado, riñones…) y todo lo que es líquido (vejiga, quistes, hematomas…).

La ecografía es una exploración que no requiere ninguna preparación específica por parte del paciente; pueden ser útiles algunas precauciones sencillas que se explican en el momento de la reserva, como ayunar o beber mucho líquido antes de someterse a la exploración».

En la clasificación de las exploraciones diagnósticas, la ecografía se ha convertido hoy en día en una exploración rutinaria imprescindible: no se aborda ningún problema diagnóstico sin ella. Al principio, la ecografía se utilizaba sobre todo en el ámbito internista y ginecológico, hoy en día se utiliza en todas las especialidades.

 

La ecografía para diagnóstico es muy importante tanto en el ámbito fisioterapéutico, y por tanto terapéutico, como en el médico, ya que a través de los ultrasonidos permite obtener diagnósticos de patologías. Disponer de un diagnóstico certero ayudará a la curación, ya que será posible intervenir de forma específica y oportuna. Por ello, siempre es necesario contar con un equipo de profesionales de la salud con experiencia como el que se encuentra en Medcare. Es necesario recordar que la salud es importante y siempre debemos exigir lo mejor para nosotros.